martes, 29 de septiembre de 2009

La goleta Ancud



Primer buque de guerra construido en Chile
La idea que desde muchos años anidaba en la mente del visionario, Don Bernardo O'Higgins Riquelme, en el sentido de que Chile debía tomar posesión de Magallanes, se acentuó con mayor fuerza cuando se impuso de las pretensiones de potencias extranjeras, sobre todo europeas, para hacer suya la hoy rica XII Región.Desde Montalván, (Perú) sus insistentes misivas al gobierno Chileno hallaron acogida durante la presidencia de Don Manuel Bulnes.Sabedor el General Bulnes del pensamiento de O`Higgins, quien sostenía que los colonizadores de Magallanes deberían ser elegidos entre los habitantes de Chiloé, por el clima que habrían de soportar, parecido, en dureza, al de la Isla Grande, dispuso que se trasladara a Ancud, con el cargo de Intendente de Chiloé, Don Domingo Espiñeira, con la misión específica de organizar una pronta expedición para hacer efectiva la soberanía de Chile sobre Magallanes.El 1º de Abril de 1842 se firmó el decreto correspondiente y a mediados de ese mes el nuevo jefe Provincial se hallaba en Ancud.Lo primero que hizo en torno a su cometido fué ubicar una embarcación apropiada. Como no la encontró, hubo que abocarse a la tarea de construirla.
CONSTRUCCION DE LA GOLETA
Al frente de los trabajos fué puesto el que era Capitán de Puerto de Ancud, Juan Williams (padre de Juan Williams Rebolledo).Con manos y maderas chilotas, cerca del muelle de Ancud, con la rapidéz que el caso requería, dentro de las posibilidades de casi siglo y medio atrás, se iniciaron los trabajos que relativamente pronto fueron terminados.Las dimensiones del primer buque de guerra construido en Chile (La Goleta Ancud) fueron las siguientes: eslora (largo) 15m.84; manga (ancho) 3 m.80; puntal (alto) 2 m.78.Nominada la tripulación en base a los marinos de la Capitanía de Puerto y Gobernación Marítima de Ancud, se subió a bordo, por lo menos lo indispensable para el viaje y primeros meses de permanencia en tierra, colonizando Magallanes.
SALIDA DE ANCUD

El 22 de Mayo de 1843, todo Ancud, batiendo pañuelos, despidió a los viajeros que desde el muelle subieron a la Goleta, la cual, remolcada, se trasladó frente a la Bahía, donde esperó viento favorable.El 23 desplegó sus velas y puso proa al Canal de Chacao. Fondeó en Dalcahue y luego en Curaco de Vélez, donde Carlos Miller se sumó a la tripulación, contratado como práctico en canales, por $10 al mes.Siguió navegando con varias recaladas más. Cruzó el Golfo de Corcovado, sin novedad. Pero en las Guaytecas, el viento le hizo perder la chalupa más grande. Después de haberla buscado durante cuatro días, optaron por seguir hasta Puerto Americano, donde construyeron otra.Con más tranquilidad zarparon de aquí. Sin embargo, surgió otro problema: casi a la entrada del Golfo de Penas, frente a la península Tres Montes, arreció el temporal y entre los barquinazos, a la Ancud, además de la ruptura del timón se le abrió una grieta a estribor. Tanta agua entraba a la bodega, que los víveres quedaron flotando. En una desesperada maniobra, cuando la tripulación se creía perdida, la nave viró en 180 grados y quedó escorada a babor, con lo que se obtuvo que no siguiera entrando el agua.Navegó dificultosamente a Puerto Americano, en busca de una caleta abrigada.Allí se vió que no había medios para repararla, por lo que se dispuso que Philippi, Miller y cinco buenos remeros, en un pequeño bote, regresaran en busca de repuestos y nuevos víveres.El tres de Agosto, los siete intrépidos marinos salieron rumbo al norte, habiendo llegado a dalcahue al cabo de cinco días y cinco noches de incesante y duro navegar. Desde Dalcahue, Philippi se trasladó a Ancud a caballo. El Intendente Espiñeira, sorprendido escuchó.Rápidamente, habilitó una vieja lancha con los repuestos y víveres necesarios; y al mando del Piloto Chávez, tomó rumbo a donde estaba la Ancud, habiendo recalado antes en Dalcahue, para recoger al resto de la tripulación.El 26 estuvieron nuevamente en Puerto Americano los valientes expedicionarios.
LLEGADA A MAGALLANES
Reparada la Ancud, el 9 de Septiembre reanudó su viaje. Cruzó el Golfo de Penas, y navegando a toda velocidad, el 21 del mismo més, los "victoriosos" bajaron a tierra en Punta Santa Ana, cerca del hoy Fuerte Bulnes.Con lágrimas de emoción, entonaron el himno nacional, mientras izaban el Pabellón Chileno. Levantaron el acta de Toma de Posesión de Magallanes para Chile, que rubricaron con salvas, las cuales fueron contestadas, a bordo, por la Ancud.Veinticuatro horas después, apareció un gran buque de guerra, a vapor: era la corbeta francesa Phaeton, que ancló al lado de la Ancud.Hubo cambio de visitas entre los comandantes.El domingo siguiente a su arribo, bajaron los franceses a tierra, izaron su bandera y se ofició una misa por un obispo que viajaba en la corbeta.Por respeto a la ceremonia religiosa, la tripulación de la Ancud no protestó; pero al día siguiente, cuando sin razón alguna, nuevamente fué izado el pabellon francés, Williams, en una atenta nota, expresó al Comandante de la Phaetón que no aceptaba que en tierra chilena, flameara un Pabellón extranjero, sin autorización.Después de un cambio de notas, la Phaeton zarpó.A su llegada a Francia, hubo notorio malestar.Por 24 horas, Chiloé ganó el "quién vive" y entregó al país un extenso y rico territorio.

El descubrimiento de America







La expresión Descubrimiento de América se usa habitualmente para referirse a la llegada a América de un grupo expedicionario español que, representando a los Reyes Católicos de Castilla y Aragón, partieron desde el Puerto de Palos de la Frontera, comandados por Cristóbal Colón, y llegaron el viernes 12 de octubre de 1492 a una isla llamada Guanahani en lo que hoy es San Salvador (Bahamas). Los viajes de los portugueses a India siguiendo la costa Africana significaron un estímulo para quienes creían en la ruta hacia el oeste como el camino más corto para llegar hasta las regiones del Asia oriental partiendo desde Europa. Cristóbal Colón fue partidario de esta hipótesis. Apoyado por la monarquía española, organizó un viaje de exploración que lo condujo a la costa americana en 1492. Cristóbal Colón creía que había llegado al continente asiático, denominado por los europeos Indias y murió sin saber que había llegado a un continente desconocido por los europeos.
La expresión "descubrimiento de América" para referirse a la llegada de Colón al continente americano ha sido criticada por diversos sectores, culturas y estudiosos, dando lugar a un amplio y apasionado debate. En este artículo se adopta como significado del término, todos los viajes realizados por Colón a América, el encuentro de los españoles con las distintas culturas americanas que habitaban esas tierras, así como las relaciones y conflictos inmediatos entre
indígenas y españoles que ese encuentro produjo.
Se trata de uno de los momentos cumbres de la
historia universal porque significó el encuentro de dos mundos humanos que se habían desarrollado independientemente, sin que ninguno conociera la existencia del otro.
En el artículo se distingue claramente el acto mismo del descubrimiento, entendido como una serie de viajes que hicieron los primeros españoles que llegaron a América y su dimensión de encuentro entre culturas, del posterior proceso histórico conocido como conquista de América que los europeos realizaron a continuación. Las consecuencias de este encuentro entre dos mundos fueron dramáticas para los nativos americanos, llegando a producirse la muerte de millones de personas (guerras, esclavitud y, sobre todo, enfermedades) y la desaparición de culturas.

Cristobal Colon



Si bien lo aceptado es que Cristóbal Colón nació en Génova, algunas opiniones difieren en cuanto a su origen (catalán, castellano, francés, griego, etc). Por otro lado, la fecha de su nacimiento oscila entre el 26 de agosto y el 31 de octubre de 1451.
Era hijo de un matrimonio de humildes tejedores: Diego, Doménico o Domingo Colombo y Susana Fontanarrosa fueron sus padres.
Se interesó desde niño por la navegación y, desde muy joven, trabajó como grumete.
En 1477, cuando vivía en Lisboa (Portugal), se casó con Felipa Muñiz de Perestrello, con quien tuvo a su hijo Diego (en 1482).
Interesado por la geografía, leyó tratados y conoció los mapas que circulaban en su época. Deseaba llegar a las Indias Orientales, tierra en las que suponía que iba a encontrar grandes riquezas.
En 1484, al fallecer su esposa, viajó con su hijo a España y residió en el Convento de la Rábida. Allí, los monjes aceptaron sus teorías y proyectos.
En 1486 los Reyes Católicos lo recibieron por primera vez en Alcalá de Henares (Madrid), pero una junta de expertos rechazó sus proyectos.
En 1488 conoció a Beatriz Enríquez de Arana, con quien tuvo a su segundo hijo, Fernando.


Con la ayuda de uno de los religiosos del convento, Fray Juan Pérez, logró el apoyo de los reyes de España, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, quienes solventaron económicamente la organización de la expedición.
El 17 de abril de 1492 se firmaron las capitulaciones de Santa Fe, que concedieron a Colón el título de almirante de la expedición, el de virrey de la tierra que conquistara y el diez porciento de la riquezas que pudiera traer a España.
El 3 de agosto de 1492, Colón partió de Puerto de Palos (España) y el 12 de octubre de ese año desembarcó por primera vez la tripulación en la Isla Guanahaní (luego bautizada como San Salvador).
Ya de vuelta en España relató sus experiencias en las Indias y tuvo una excelente recepción por parte de los reyes católicos.
A partir de entonces, Colón realizó otros viajes, pero ninguno logró tanto éxito como el primero.
Olvidado, triste y enfermo, el gran navegante falleció el 20 de mayo de 1506 en Valladolid, en compañía de sus dos hijos y de dos de sus fieles marinos. En 1544 sus cenizas fueron trasladadas a Santo Domingo y, a partir de 1796, quedaron en la Catedral de La Habana.

martes, 15 de septiembre de 2009

La Cueca






La cueca no tiene un origen claro y sus formas sonoras y coreográficas cambian según sus cultores o la zona del país donde se interprete, sin embargo, y sobre todo en los últimos años, su condición de baile nacional está lejos de ser cuestionado. Porque tras el final de la dictadura militar, donde la cueca fue asociada a las expresiones más rancias y del folclor y a los actos oficiales del aniversario patrio, este género experimentó un extraordinario desarrollo, con nuevos y viejos músicos poniéndola en discos y escenarios. Y es así como hoy día en Chile es posible escuchar cueca en vivo en cualquier momento del año, con una vitalidad que hace honor a su condición de símbolo nacional.Entre las varias teorías sobre el origen de la cueca hay dos predominantes. La primera es aquella que ve a la cueca como una derivación de la zamacueca peruana. Este baile, cuyo soporte de interpretación es el piano, habría llegado a Chile por medio de partituras para ser interpretada en salones de baile desde 1824. Desde ahí habría pasado al campo, donde se adoptó su nuevo nombre y se desarrolló como baile, por lo que el origen de la cueca la situaría esencialmente como un baile campesino.




La otra teoría sostiene el origen arábigo-andaluz de la cueca. Sus maneras de impostar la voz, el uso de determinados instrumentos como el pandero hexágonal y la forma de cantar en rueda, le brindan evidentes semejanzas con los cantos moros que se desarrollaron en España tras la ocupación arabe entre los siglos IX y XVI. Por eso, la cueca sería sobre todo un canto más que un baile, asociado a espacios de concentraciones humanas, es decir centros urbanos.Ambas teorías, que se afirman en sendos estudios históricos, musicológicos y antropológicos, de alguna manera coexisten hasta hoy. La cueca campesina versus la cueca urbana son hoy los dos modos fundamentales del género, aunque durante años pareció que la vertiente rural era la única forma de expresión de la cueca.Es que al margen de su origen preciso, fue del campo desde donde se recogió la cueca a fines del siglo XIX, en tiempos en los que las distinciones entre campo y ciudad eran bastante tenues. Décadas después, hacia los años '20, la cueca fue llegando a los salones de baile de la elite económica y política, que justamente buscaba símbolos típicos para construir la identidad nacional. Son los tiempos de los grupos de huasos y de la idealización del modo de vida campesino que se levanta ante el crecimiento de las ciudades y el surgimiento de los primeros conflictos sociales.